"Gotas como de rocío bajan por las laderas de mi rostro,
al no sentir tu alma cerca de la mía y no romper con tu presencia mi oscura soledad.
¿Qué tristeza empaña mi cara y la cubre con un tupido velo de angustia infinita?
Es la tristeza que siento al no tenerte cerca de mi cuerpo,
al no poder alcanzarte en mis sueños y no oler tu mágica esencia impregnada en ellos.
También añoro esos besos que me dabas con profundo sentimiento,
los mismos que yo te daba, y no paraba de hacerlo...
¡Qué bonitos recuerdos que a la vez me duelen y me aturden el cerebro,
malditos pensamientos que me matan por dentro...
Si no fueran tan bonitos los hubiera enterrado en el olvido,
pero no puedo desprenderme de ellos,
los quiero a mi lado, conmigo...
¡Oh pobre de mi!...¿Qué será de mi al no sentir tu mirada clavándose en mi pupila brillante como un lucero?
Brillo que ahora está apagado por la oscuridad de tu silencio...
Silencio que cada vez me inunda más y más... Y no cesa, porque mi pena no tiene freno...
Sólo me queda pensar en tu recuerdo,
porque otra cosa sería morir al no tener un posible reencuentro.
Ojala algún día volvamos a vernos... Día que seguro que nunca será cierto,
a no ser que exista el cielo... Porque tú ya estás muerto"
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